Los drones ya no son cosa de frikis de la tecnología o juguetes caros para el ocio doméstico. Se han convertido en herramientas habituales en arquitectura, publicidad, seguridad, inspección industrial y, por supuesto, en la creación de contenido visual. Desde las alturas ofrecen una perspectiva irresistible. Pero cuidado: volar un dron con fines profesionales en España implica mucho más que pilotar bien. El cielo también tiene normas.
En este artículo analizamos qué se puede grabar y qué no, qué permisos son necesarios y qué errores pueden costarte una sanción o un susto legal. Porque si vas a despegar, mejor que sea con un plan… y con cobertura legal.
Si vas a grabar desde el aire, esto te interesa
No hablamos de un repaso rápido a la normativa de AESA o de un listado de «puedes / no puedes». Este artículo va más allá. Está escrito para quien pilota drones por trabajo, para quien contrata grabaciones aéreas o para quien busca entender por qué no todo lo que está al alcance del dron está también al alcance legal.
Aquí descubrirás:
- Qué dice la normativa europea y cómo se aplica en España.
- Cuáles son los límites reales al grabar personas, propiedades o ciudades.
- Qué permisos hacen falta y cuándo.
- Casos reales donde la grabación acabó en multa.
- Consejos para volar con cabeza y sin quebraderos de cabeza.
- Recursos útiles si te dedicas a esto o estás pensando en hacerlo.
Y todo con un enfoque directo, práctico y respaldado por expertos en grabación aérea profesional.
Normas en el aire: lo que rige tu vuelo en 2025
Quién pone las reglas: Europa y España
Desde 2021, el uso de drones en España está regulado por la normativa europea de la EASA, y supervisado aquí por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA). Los vuelos se dividen en tres categorías, según el riesgo:
- Abierta: vuelos de bajo riesgo, sin necesidad de autorización previa. Ejemplo: campo, sin gente cerca.
- Específica: necesitas autorización. Ejemplo: vuelo urbano o cerca de aeropuertos.
- Certificada: operaciones de alto riesgo, como drones grandes con fines comerciales.
Grabar no siempre es legal
Espacio público
Puedes grabar si no aparecen personas identificables. Y si estás en categoría abierta. Un amanecer en la costa, sin gente a la vista, es un ejemplo típico.
Propiedades privadas
No puedes grabar patios, jardines o balcones ajenos sin permiso. Aunque lo hagas desde el aire. El derecho a la intimidad sigue vigente a tres metros del suelo… y a treinta también.
Personas en la imagen
La ley de protección de datos (LOPDGDD) es clara: si puedes identificar a alguien en la grabación, necesitas su consentimiento. Punto.
Caso real: En 2022, una productora fue sancionada por grabar un evento deportivo desde el aire. Las personas eran reconocibles. Multa de 8.000 euros. Lo barato salió caro.
Zonas urbanas
Volar en ciudades suele requerir categoría específica. Es decir, papeleo. AESA, Ayuntamiento, Policía. Plan de vuelo, seguro, y más. Y todo con antelación.
Espacios restringidos: CTR y zonas sensibles
Hay zonas donde está directamente prohibido volar sin autorización. Cerca de aeropuertos, bases militares, infraestructuras críticas… El mapa de ENAIRE (consulta aquí) te dice dónde sí y dónde no.
Proporcionalidad: el criterio que lo cambia todo
No todo lo legal es justificable. Si grabas más de lo necesario, o vulneras derechos sin motivo, puedes estar incurriendo en una infracción. Por eso hay que planificar cada toma con cabeza.
Volar bien también es saber dónde no volar
Clasifica tu operación
Antes de nada, define qué tipo de vuelo vas a hacer: abierto o específico. Es la base para saber qué permisos necesitas.
Pide permisos (y hazlo con tiempo)
Dependiendo del vuelo, tendrás que pasar por AESA, el Ayuntamiento, la Delegación del Gobierno… Cada operación es un mundo. Y la burocracia, lenta.
Documenta todo
Plan de vuelo con horarios, coordenadas, puntos de interés, medidas de seguridad. No es sólo un formalismo. Si te piden explicaciones, lo agradecerás.
Informa si grabas cerca de gente
Carteles visibles, comunicación con los vecinos o negocios colindantes, acuerdos por escrito. La transparencia evita conflictos.
Cuidado con el uso posterior
Grabar es solo el primer paso. Luego hay que saber tratar las imágenes: difuminar rostros, proteger datos, guardar en servidores seguros…
Buenas prácticas que no exige la ley (pero que te harán destacar)
Graba sin invadir
Puedes contar una historia visual sin asomarte al salón de nadie. Usa planos abiertos, juega con la luz, eleva el vuelo.
Protege tus contratos
Incluye cláusulas específicas sobre cumplimiento legal en los contratos con tus clientes. Refuerza tu imagen y evita sorpresas.
Mira lo que hacen los profesionales
En PhotoDrone somos referentes en grabación profesional cumpliendo al milímetro la legalidad.
Cinco preguntas frecuentes
¿Grabar desde la calle una casa con dron es legal?
No, si grabas detalles privados. Aunque estés en el aire y fuera de la propiedad, la imagen sigue protegida por ley.
¿Necesito un seguro?
Sí. Obligatorio. Y tiene que cubrir daños a terceros. Sin excusas.
¿Parques naturales? ¿Se puede?
En general, no. Al menos no sin permiso expreso de la administración. Y suelen ser muy estrictos.
¿Público en conciertos o fiestas?
Solo si hay permiso de organizadores, aviso al público y autorización de las autoridades. Si no, mejor no grabar.
¿Cuánto puede costar equivocarse?
Desde 60 hasta más de 200.000 euros. Y puede implicar retirada de licencia. Mejor prevenir.
Volar alto está bien. Volar legal, mejor.
Los drones han cambiado la forma de grabar el mundo. Pero también han obligado a replantearse qué es grabar con responsabilidad. Hoy no basta con tener un buen dron o un buen plano. Hay que tener criterio, formación y, sobre todo, respeto por la legalidad.
El operador que vuela sabiendo dónde está el límite (y por qué no debe cruzarlo) es el que marca la diferencia. Y el que ofrece garantías a sus clientes.
Si quieres grabar con drones sin perder el control legal del vuelo, echa un vistazo a PhotoDrone. Porque volar bien empieza por saber dónde no volar.